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Cloudpro.cat observa, es documenta i escriu alguna cosa sobre Thank you for dancing

“Observamos tres procesos clave en la co-creación. En primer lugar, las empresas deben crear lo que llamamos una "plataforma", que es un producto genérico que se puede personalizar aun más. En segundo lugar, se debe permitir a los usuarios individuales dentro de una red personalizar la plataforma a la altura de sus propias identidades únicas. Por último, se debe pedir retroalimentación de los consumidores y enriquecer la plataforma mediante la incorporación de todos los esfuerzos de personalización realizados por la red de los consumidores. Esta práctica es común en el enfoque de código abierto de desarrollo de software y creemos que su aplicación puede extenderse a otras industrias también. Así es cómo las empresas deben aprovechar el fenómeno de la co-creación que se desarrolla en la red horizontal de los consumidores”. Por Philip Kotler, Iwan Setiawan y Hermawan Kartajaya, en Marketing 3.0: From Products to Customers to the Human Spirit (2010) Los nuevos conceptos de marketing siempre surgen como una reacción al cambiante mundo de los negocios, el cual es un reflejo de las sociedades en que se desarrolla, influyéndose ambas realidades mutuamente. Y el márketing es una de las tantas piezas del actual sistema económico, las cuales forman un engranaje que parece perfecto, pues hasta el momento se ha mostrado capaz de superar no solo las crisis que él mismo genera por su codiciosa naturaleza sino las amenazas que buscan acabarlo o al menos cuestionarlo. Hasta el extremo, inclusive, de envasar muchas de esas amenazas y venderlas al mejor postor. ¿Pero y qué sucede cuando ocurre todo lo contrario? ¿Qué pasa cuando son las herramientas del sistema las utilizadas y apropiadas en territorios ajenos a la productividad de bienes y servicios? Thank You for Dancing, de Les Filles Föllen, es una pieza de danza que no solo podemos relacionar con el concepto de co-creación desde el punto de vista del márketing sino a otro más específico como el de ‘gamification’. En Thank You for Dancing, el publico es incorporado en un proceso de co-creación que coloca tanto a creadores, ejecutores y espectadores en un plano horizontal, participando de una plataforma tal como Kotler y sus discípulos lo planteaban hace algunos años (aunque pensando en su futura aplicación en distintas industrias, no en un espectáculo de danza). Si bien es posible rastrear casos de co-creación desde tiempos inmemoriales, la particularidad de la actual experiencia es que aparece en un contexto donde esta práctica se vislumbra como parte fundamental de un sistema económico imperante y no como una anécdota singular. En el escenario, una voz femenina desde los altavoces nos dice “play your choreography”, para indicarnos que es el momento de dar instrucciones a cuatro bailarinas a través de una serie de palabras pronunciadas frente a un micrófono, que significan movimientos específicos. Sin embargo, la relación con respecto a las nuevas técnicas del márketing 3.0 en un contexto de código abierto y software no acaba ahí, pues esta danza cuenta con una app, la cual puede ser descargada y utilizada para crear una coreografía al gusto del espectador. Una coreografía o varias, las cuales pueden ser archivadas, acercándonos así a otro concepto muy actual, como es el de la ‘gamification’, utilizando los conceptos y mecánicas propios del juego a un contexto ajeno como es la danza. No podemos descartar que este círculo iniciado con Thank You for Dancing termine cerrándose con las Filles Follen volviéndose millonarias luego de vender su muy original App dancística. Y si así fuera, una vez más, el sistema económico habría triunfado. ¿Qué pasará? Francisco Estrada Amsterdam-Lima, 24-30 de agosto de 2014 www.cloudpro.cat

Els cartells dels #dijousexquisits al descobert

Danses serpetines

Un'americana a París s'inventa un número i es converteix en multicolor . .

Ja està aquí la programació; continuem amb les ofertes

cartell dels #dijousexquisits fins el 17 d'abril

(c) Sergi Casero

Dijous Exquisits a la Route 66